El ser humanos está hecho de huesos, músculos y vísceras como cualquier otro animal más de esta creación. Pero también está formado de una invención muy humana…el tiempo.

La medida de todas las cosas, además del yo mismo de los narcisistas, es el tiempo.

Contabilizamos nuestra vida en etapas temporales. El ser humano es una sucesión de segundos, minutos, horas, días, meses… desde que es engendrado hasta que se va de este mundo.

El tiempo sabemos que no existe como un ente independiente del ser humano, pero creemos tanto en él, le damos tanto valor, que hasta hemos inventado artilugios, como los relojes, capaces de medir lo inexistente.

Pues bien, si el ser humano está “hecho” de tiempo, dejemos de perderlo o de usurpárselo a los demás.

La mayoría de las reuniones en España se fijan a una hora, pero dan comienzo a la hora que le apetece al último en presentarse a ellas.

Los vampiros del tiempo se apropian de tus minutos como si esos 60 segundos no fueran vitales para ti.

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Esa frase hecha de “vamos a dar 5 minutos de cortesía”, a lo largo de una vida entera se va a reflejar en que has perdido días de tu existencia por la mala educación de quien te hace esperar anteponiendo su tiempo al tuyo.

Ese menosprecio a tu vida es lo que ronda en la mayoría de “quedadas” en este país de bandera rojigualda. Da igual que se trate de una reunión de trabajo, como una cena con los amigos, como el día de tu boda, en el cual está incluso institucionalizado que la novia LLEGUE TARDE.

Salvo fuerza mayor nadie debería llegar tarde a ninguna cita sea del ámbito que sea porque lo que se pierde con ello es “el tiempo”. Ese objeto intangible que se pone en modo cuenta atrás desde que comenzamos a ser.

No se trata ya de cortesía, ni de educación ni de buenos modales, se trata de que esos vampiros del tiempo consumen mi esencia vital, mi tiempo en este mundo.

No os dejéis atrapar por ellos y que la próxima reunión o cita no implique regalarles ni 5 minutos de vuestra vida. Porque no es un “regalo” sino un “robo” por parte de los que se hacen esperar.


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