Hace frío, es obvio. Tanto, que repetirlo no aporta ninguna información.

El frío paralizante ha calado hondo, ha traspasado ésta piel frágil de homo erectus (nada de sapiens) y se ha fijado en nuestra médula.

Fríos como témpanos, fríos como iceberg, fríos como cadáveres que no se inmutan. Y es que, del frío del que hablo no es el de las temperaturas externas bajo cero, ni del que hace aparecer paisajes blanqueados por nieve, ni el que invita a coger una taza de chocolate entre las manos.

Del frío que hablo es del que se ha apoderado de Europa. Europa, cuna de la democracia, de la ilustración, del humanismo…, convertida ahora en espantosa tumba de seres humanos.

Lo fue antaño con sus guerras, llamadas grandes, por devastadoras, porque una guerra nunca será grande salvo en vergüenzas, y ahora, ensimismada, se ha convertido en la Parca de miles de seres que avanzan para huir.

Humanos en el aspecto, monstruos para los europeos. Niños para sus padres, pillastres para los europeos. Hombres luchadores, terroristas para los europeos.

Y en nuestros desaparecidos principios, en nuestra nula moral, en nuestra perdida ética dejamos a la intemperie a hombres, mujeres y niños que buscan refugio fuera de sus fronteras.

Si entre ellos se esconden terroristas, no importa, porque morirán de frío. Si entre ellos no hay terroristas, tranquilos, porque Europa les está dando motivos suficientes para convertirse en asesinos porque el hambre, el frío, la miseria y la injusticia son motivos suficientes para revelarse contra aquellos que tienen y no dan, contra aquellos que viven y quieren más.

Hay un nuevo Auschwitz y esta vez no es solamente Alemania la que por omisión está convirtiendo la condición de ser humano a simple masa de huesos y carne.

Hoy es toda Europa cómplice de haberse convertido en un macabro camposanto. ¿Bajo que letras de oro se escribirá ahora la historia de Europa?, cobarde territorio plagado de miedos inducidos.

Europa hará realidad sus monstruos, sus pesadillas, porque ha dejado de tener Valor, de tener Razón, de tener Humanismo. Estamos combatiendo el fuego con gasolina y nos sorprenderemos dentro de unos años que todo haya ardido.

Ahora mismo todo extranjero pobre es culpable, de futuros delitos, hasta que se demuestre lo contrario, y ya están pagando condena.